Parábola del hombre rico y Lázaro

La parábola del hombre rico y Lázaro se encuentra en Lucas 16:19-31.

Hombre rico y Lazaro
Hombre rico y Lazaro. Gustave Doré [Public domain], via Wikimedia Commons

La parábola del hombre rico y Lázaro de Lucas 16:19-31 habla de lo que sucede cuando una persona muere y pasa a la eternidad. 

La parábola del hombre rico y Lárazo:

"Había un hombre rico, que se vestía con ropa fina y elegante y que todos los días ofrecía espléndidos banquetes. Había también un pobre llamado Lázaro, que estaba lleno de llagas y se sentaba en el suelo a la puerta del rico. Este pobre quería llenarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros se acercaban a lamerle las llagas. Un día el pobre murió, y los ángeles lo llevaron a sentarse a comer al lado de Abraham. El rico también murió, y fue enterrado.

Y mientras el rico sufría en el lugar adonde van los muertos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro sentado a su lado. Entonces gritó: "¡Padre Abraham, ten lástima de mí! Manda a Lázaro que moje la punta de su dedo en agua y venga a refrescar mi lengua, porque estoy sufriendo mucho en este fuego." Pero Abraham le contestó: "Hijo, acuérdate que en vida tú recibiste tu parte de bienes, y Lázaro su parte de males. Ahora él recibe consuelo aquí, y tú sufres. Aparte de esto, hay un gran abismo entre nosotros y ustedes; de modo que los que quieren pasar de aquí allá, no pueden, ni de allá tampoco pueden pasar aquí."

El rico dijo: "Te suplico entonces, padre Abraham, que mandes a Lázaro a la casa de mi padre, donde tengo cinco hermanos, para que les llame la atención, y así no vengan ellos también a este lugar de tormento." Abraham dijo: "Ellos ya tienen lo escrito por Moisés y los profetas: ¡que les hagan caso!" El rico contestó: "Padre Abraham, eso no basta; pero si un muerto resucita y se les aparece, ellos se convertirán." Pero Abraham le dijo: "Si no quieren hacer caso a Moisés y a los profetas, tampoco creerán aunque algún muerto resucite." (DHH)

Significado y lecciones:

Jesús empieza esta parábola describiendo, en gran contraste, las diferencias entre el hombre rico y el pobre Lázaro. Estos hombres con vidas muy distintas murieron más o menos al mismo tiempo. El rico, a pesar de su posición y sus bienes, terminó en el Hades, el lugar de los muertos, para esperar su juicio final. En cambio Lázaro, quien ni se podía defender de los perros, pasó al lugar donde fue confortado.

Lugar de espera: Aprendemos que mucho más sucede después de la muerte física. Estos dos hombres pasaron a un lugar de espera antes de entrar o al infierno o al cielo. Jesucristo nos juzgara a cada uno y es después de eso que pasaremos a nuestra morada final.

Ver para creer: El rico tuvo la oportunidad de escuchar las enseñanzas de Moisés y los profetas. En vez las ignoro y decidió vivir por su propia cuenta. Quizás pensó que tendría más tiempo para considerar esas cosas. Quizás se justifico a si mismo porque era rico y un hombre de posición. Lamentablemente nada de eso fue suficiente para su salvación. Cuando vio que Lázaro estaba siendo confortado por Abraham, quiso estar en aquel lugar también. En el Hades pidió a Abraham que enviara a Lázaro para advertir a su familia. La respuesta de Abraham se aplica a nosotros hoy: "Si no quieren hacer caso a Moisés y a los profetas, tampoco creerán aunque algún muerto resucite."

La sociedad hoy piensa que tiene la ventaja del tiempo o que para creer en Dios, Dios mismo tiene que revelarse al mundo. Ya Dios se reveló en la persona de Jesucristo, y el tiempo es limitado para cada uno. Hay personas predicando el evangelio por el mundo entero. La Biblia esta disponible hasta en los teléfonos celulares. Ojala que hoy pongas tu fe en acción tomes una decisión en cuanto a tu eternidad, antes de que sea tarde. Eso, en fin, es el mensaje principal de esta parábola de Jesús.

Puntos clave para recordar:

Por fe recibimos salvación, no por vista.
Cada quien recibirá su juicio.
El tiempo para aceptar el evangelio es ahora.
Los injustos pasaran al lugar de muerte, los justos al lugar de vida.