El apóstol Mateo

Mateo y Jesús
Jesús llama a Mateo para que lo siga y se convierta en discípulo. Mateo, capítulo 9, versículo 9.  Hulton Archive / Getty Images

Siempre usamos al apóstol Mateo como ejemplo de que Jesús ve más allá de lo que una persona es capaz de ver en otra persona. En su comunidad Mateo tenía la reputación negativa que acompañaba a los publicanos, pero aun así Jesús vio su corazón y le extendió una invitación para ser su discípulo. Sin pensarlo dos veces Mateo dejo su puesto y lo siguió. Hoy lo recordamos con un hombre restaurado por Dios y como el autor de uno de los evangelios.

Datos interesantes sobre el apóstol Mateo

  • Llamado Leví, su nombre judío
  • Autor del primer evangelio
  • Cobrador de impuestos
  • Tenía amistades con reputaciones cuestionables
  • Invitó a Jesús a comer en su casa
  • Algunos creen que Jacobo el Menor fue su hermano

La vida del apóstol Mateo

Marcos nota que su padre se llamaba Alfeo. El padre de otro apóstol, Jacobo el menor, también se llamaba Alfeo (Lucas 6:12), pero no está claro si era el mismo hombre. De acuerdo a los evangelios vivía en Capernaúm.

Diferente a la mayoría de los 12 apóstoles, Mateo trabajaba para el gobierno romano como publicano, un cobrador de impuesto. La profesión quizás le aseguró cierta comodidad financiera, requería que Mateo tuviera una educación más de la normal y que hablara griego y arameo. También era una profesión con mala reputación entre los judíos del área por varias razones. A veces incluían a los publicanos en las listas de pecadores (Marcos 2:16). Una razón es  que los publicanos eran considerados traicioneros por su afiliación a un gobierno que a veces oprimía al pueblo judío. La otra razón es que a veces los publicanos se aprovechaban de su cargo y robaban dinero a los que debían impuestos. No dudamos que Mateo cargaba con esto mala encima.

Mateo y Jesús

Mientras predicaba cerca del mar, Mateo 9:9 dice: “Al continuar su camino, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado donde se cobraban los impuestos, y le dijo: Sígueme. Y Mateo se levantó y lo siguió. (RVC)

Los siguientes versos cuentan que Jesús fue a la casa de Mateo para comer y allí se reunieron varios publicanos y “pecadores” que fueron para escuchar a Jesús hablar---obviamente alarmando a los fariseos quienes acusaron a Jesús de asociarse con ellos. Jesús responde con las conocidas palabras “…no he venido a llamar a los justos al arrepentimiento, sino a los pecadores.”

Ministerio de Mateo

Como uno de los 12 Mateo recibió su formación espiritual y ministerial directamente del Señor Jesús. Iba predicando y ministrando con el grupo y sirviendo al Señor. Fue testigo de la resurrección y de la llegada del Espíritu Santo el día de pentecostés.

Lo único que sabemos de Mateo después de los eventos de los evangelios y Hechos es que seguramente embarcó en algún ministerio evangelístico o misionero como lo hicieron los demás. Pero detalles no tenemos de los cuales podemos decir con certeza que sucedieron, también como con la mayoría de los apóstoles. Entre las tradiciones con más peso está que fue misionero a Etiopía, Persia, Partos y Macedonia.

Evangelio según San Mateo

Debido a los términos usados y las costumbres que describe, expertos bíblicos han concluido que Mateo escribió este libro con el judío en mente. Quiso presentar a Jesús como el Mesías que el pueblo había estado esperando y también recordar los momentos más importantes de su vida, ministerio y muerte. Por ejemplo, Mateo incluye la narración del nacimiento de Jesús, el Sermón del Monte y recuenta los eventos de la resurrección. En su libro “En Busca de los Doce Apóstoles” William Steuart McBirnie nota que Jerónimo, un padre de la iglesia, había dicho que Mateo escribió el evangelio en hebreo y fue primeramente publicado en Judea. Creemos que el evangelio fue escrito alrededor de los años 50 y 75 d.C.

Muerte

Steuart McBirnie nota dos tradiciones contradictorias sobre la muerte del apóstol Mateo. Dice que de acuerdo a Clemente de Alejandría murió de causas naturales (y que era vegetariano). La otra tradición se basa en el Talmud, que dice que fue sentenciado a muerte por el Sanedrín judío. La iglesia católica lo considera un mártir.