Oración por mi país y sus líderes

Ora que los líderes de tu país sean instrumentos de paz.

Garry Knight

Hay una regla social que dice que en la mesa no se habla de política. Otros dicen que la política no se debe tratar en el trabajo ni en la iglesia. Todos tenemos una opinión sobre cómo el gobierno de nuestro país y sus líderes están o no están cumpliendo con sus trabajos. Es fácil caer en el juego de las críticas y de las acusaciones. Sin embargo, la Biblia nos dice en Romanos 13:1 que Dios apunta a los gobernadores de todas las naciones. Ellos están sujetos a la voluntad y el juicio de Dios. Los cristianos debemos orar por los líderes y los gobiernos de nuestros países, para que Dios mantenga su mano sobre el pueblo.

Cuando oramos por la paz de nuestro país o de nuestra ciudad, estamos orando por algo que nos afectará directamente. Jeremías 29:7 dice “ Procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová, porque en su paz tendréis vosotros paz.” Así que ora siempre por tu ciudad, tu país, y los lideres que tienen la responsabilidad de gobernar. Orar por ellos es orar por tu propio bienestar.

Puedes usar esta oración para orar por tu país y los lideres.

Amado padre,

Gracias porque en tu sabiduría has puesto orden en nuestra tierra en forma de las naciones. Gracias, Señor, porque has tenido un propósito conmigo y con mi familia aquí en esta ciudad y en este país, aunque a veces se me olvida que es así.

Dios, en este día te doy gracias por mi país y te pido que tu mano este sobre él. Como pueblo tenemos mucha necesidad. Necesitamos ayuda para los pobres, que nuestras calles estén limpias del crimen y las drogas, que nuestras familias se sientan seguras y que nadie en nuestra comunidad se sienta rechazado.

Usa a los líderes de nuestro país, a nuestro presidente/a, para que sean instrumentos tuyos del bien. No permitas que el orgullo sea un obstáculo para ellos. Que nuestros líderes sean sensibles al pueblo. Llénalos de compasión. Llénalos de sabiduría. El trabajo que tienen no es fácil, pero confiamos que tu será el guía de este país.

Sabemos, Padre, que tú apuntas a los gobernadores. Están bajo tu soberanía. Bendícelos en sus vidas personal y profesional. Úsalos para el bien de nosotros y para la gloria tuya. Algunos de ellos han sido crueles con nosotros, pero a ellos los dejamos en tus manos, sabiendo que eres un Dios justo.

Que tu nombre sea exaltado en nuestro país. Amen.