Los diezmos y las ofrendas

Joshua Tintner

¿Por qué diézmanos y damos ofrendas?
Diezmar y ofrendar es parte de la adoración a Dios. Es más que dar dinero para cosas que aparentar ser materiales. En el acto de traer parte del fruto de nuestra labor a la iglesia, un cristiano dice:

  • Mi corazón está agradecido pues lo que tengo, lo tengo porque Dios me lo dio y de él son todas las cosas.
  • El dinero y las riquezas no son un ídolo en mi vida. A Dios le pertenece el primer lugar en mi corazón.
  • Reconozco que mi iglesia es mi responsabilidad, así como lo es la necesidad de mi prójimo.
  • El evangelio es importante para mí y quiero aportar a que otros conozcan la verdad.

Por estas razones el cristiano debe dar con gozo. Incluso, la Biblia dice que nuestra actitud es muy importante cuando diezmamos y ofrendados. Jesús dice en Lucas 11:42 que los que diezman pero no practican el amor y la justicia son hipócritas. Pero en 2 Corintios 9:7, Pablo dice que Dios ama al dador alegre.

El amor y la alegría hacen que el diezmar y ofrendar sean actos de adoración al Señor.

Las bendiciones que vienen al dador también son incentivos que Dios usa para que los creyentes se cuiden los unos a los otros. Varias veces leemos la importancia de dar a los que están en necesidad. El mejor ejemplo lo tenemos en la primera iglesia en Hechos 2.

¿Qué hace la iglesia con los diezmos y las ofrendas?
La iglesia se sostiene con los diezmos y las ofrendas de los hermanos. Considera que la iglesia no es un negocio donde uno paga por los servicios que recibe. Más bien, es una comunidad donde los miembros se cuidan, aportan a su comunidad, y trabajan para que el evangelio llegue a los demás.

La iglesia tiene gastos con que cumplir: mantener un edificio, pagar utilidades, comprar materiales de oficina, Biblias, comida, etc., y dar recompensa a los que cuidan y trabajan a tiempo completo en favor de la congregación.

Dios espera que su pueblo tome la responsabilidad de cuidar de su templo y de la obra.

Con palabras fuertes, Dios dijo por medio del profeta Malaquías: "¿Acaso roba el hombre a Dios? ¡Ustedes me están robando! Y todavía preguntan: "¿En qué te robamos?" En los diezmos y en las ofrendas. Ustedes, la nación entera, están bajo gran maldición, pues es a mí a quien están robando. »Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto, dice el SEÑOR Todopoderoso, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde. (3:8-10)

De acuerdo a ese pasaje, Dios bendice generosamente a los que se comprometen a cuidar de la obra.

¿Cuál es la diferencian entre los diezmos, las ofrendas y las primicias?
Diezmos: Como dice el nombre, diezmo se refiere al apartar 10 por ciento del total de las ganancias para regularmente ofrendárselas a Dios. El 10 por ciento es la suma tradicional y se traza al antiguo testamento, pero la Biblia habla de las bendiciones para aquellos que dan generosamente (ósea más de lo requerido), aun si son personas de poco recursos. Normalmente una persona aparta el 10 por ciento de su salario mientras lo recibe semanal o quincenalmente.

Ofrendas: Es un regalo especial. Regularmente se hace en adición a los diezmos y con motivos especiales. Por ejemplo, si la iglesia desea repartir regalos en navidad a familias en necesidad, puede pedir una ofrenda para cubrir los gastos. Ofrendar de vez en cuando no substituye el compromiso de diezmar.

Primicias: Es una ofrenda que se ofrece de los primeros frutos del labor. Las primicias también se pueden dar en forma material. Por ejemplo, si alguien empieza un trabajo nuevo, puede traerle el primer salario como ofrenda de gratitud al Señor, o si alguien es dueño de una tienda de ropa puede apartar algunas de las primeras piezas que llegan cada temporada y donarlas a su iglesia.

¿Existen reglas para los diezmos y las ofrendas?
Absolutamente. Leímos en el pasaje de Malaquías que la integridad es requerida. El ejemplo de esto lo tenemos en Hechos 5 con la desafortunada historia de Ananías y Safira, una pareja que no fue sincera al ofrendar. Ellos vendieron una propiedad, pero sabiendo que debían de llevar la ofrenda completa para disposición de la obra, se quedaron con parte del dinero. Cuando el Apóstol Pedro, guiado por el Espíritu Santo, les pidió cuenta, ellos mintieron y ahí mismo murieron.

A Dios no le importa la cantidad en sí, porque no todos tienen la capacidad de dar la misma cantidad. Cada uno llevará ofrendas, según lo haya bendecido el Señor, dice Deuteronomio 16:17. Lo que Dios busca es el acto de amor y reverencia detrás de la ofrenda. Esta fue la diferencia entre las ofrendas de Caín y Abel. Caín dio porque consideraba que era una obligación, en el sentido negativo, que tenía con Dios. Abel, no solo aparto su ofrenda para Dios, pero se aseguró de escoger lo mejor. Abel dio con el propósito de agradar a Jehová.

En el nuevo testamento Jesús puso a una viuda pobre, quien solo tenía monedas de poco valor, como ejemplo de una ofrenda justa delante de Dios. De ella dijo en Marcos 12:41:43, "Les aseguro que esta viuda pobre ha echado en el tesoro más que todos los demás." Todo lo que ella tenía lo dio. Una persona no puede dar de esa forma sin tener la convicción de que Dios es fiel con los que lo aman de verdad.

¿Cuáles son bendiciones para los que diezman?
Las matemáticas de Dios son increíbles. Prácticamente Dios dice dame para que yo pueda darte más:

"Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir." - Lucas 6:38

También dice Proverbios 19:17 "Un préstamo al pobre es un préstamo al Señor, y el Señor mismo pagará la deuda ".